La Torre Oscura, otra adaptación de King que se derrumba

Uno de los últimos estrenos en llegar a la completa cartelera de este mes de agosto, que ya os adelantamos en este artículo de metropolitano.gal, es la esperadísima película La Torre Oscura. El film es la adaptación de la saga homónima de libros del escritor Stephen King, quien tiene el récord Guinness por ser el autor con más adaptaciones cinematográficas de sus obras (que ya es decir). Y ya os adelanto que esta será una decepción para los fans del rey del terror que han visto como llevaban a la pequeña y gran pantalla sus obras en diversas ocasiones, en general con poco éxito (excepto honrosas excepciones como El Resplandor o Carrie). Pero en este caso todavía es más flagrante, dado que se trata de la obra magna de King.

La Torre Oscura nos traslada a un mundo parecido al nuestro, pero en el que algo muy malo ha ocurrido. Allí un pistolero, llamado Roland Deschain, persigue incansable a su enemigo el Hombre de Negro. Cierto día, Roland verá como a su destino se une un joven llegado desde otro mundo, desde la ciudad de Nueva York,  que ha soñado con él, con el Hombre de Negro y con la Torre que se alza en la lejanía y que este último pretende destruir.

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Este es el argumento que une al libro y la película, porque luego varían muchos aspectos. En cualquier caso, vamos a analizar esta película tanto como adaptación de la obra literaria como película independiente, para que tanto los fans como los no fans de los libros puedan hacerse una idea de lo que les espera en el cine. Y de si merece que inviertas una hora y media de tiempo en ella (aunque el título de este artículo ya te da alguna pista).

Como adaptación de la obra literaria

Con La torre Oscura, la cosa ya no pintaba bien desde el principio. El proyecto de crear una película basada en el mundo de esta especie de western futurista (es difícil de clasificar) nacía hace unos años y desde entonces ha ido pasando de una mano a otra. Pista: eso nunca es buena señal. Primero la producción iba a estar a cargo de, entre otros, J. J Abrams (Perdidos, Fringe, Super 8, Star Trek: En la Oscuridad) pero al final no se llegó a un acuerdo. Algo similar ocurrió con su protagonista, que en principio iba a ser Javier Bardem y finalmente ha sido Idris Elba. Además, en algún momento se barajó realizar una serie de televisión. Este formato, en opinión de una servidora, quizás sería el más adecuado para contar una historia narrada en siete libros y con el complejo estilo del autor. Con estos antecedentes, era difícil que saliese algo decente.

La historia queda reducida a cuatro detalles de los libros, y se parecen en los nombres de los protagonistas, en que hay una Torre y poco más. Los personajes apenas se nos presentan (una hora y media tampoco da para mucho). Y aunque tienen a dos actorazos como Matthew McConaughey (Walter, el Hombre de Negro) y, en especial, como Roland el pistolero el siempre acertado Idris Elba (objetivamente lo digo, ni que a mí me encantase), ni ellos pueden salvar este barco del hundimiento. Si te has leído el libro, encontrarás especialmente aberrante la caracterización del Hombre de Negro, que a veces llega a ser una parodia de sí mismo. Por su parte los personajes de Roland y Jake (que aquí es un chico un poco más mayor y que pasa a un primer plano), son mucho más buenos (bondadosos) que en los libros. Ya no tenemos a un chico protestón ni a un pistolero absolutamente ciego en su egoísmo y venganza. Esto va a hacer que quizás sientas algo más de simpatía por ambos y su relación, pero también les quita mucha complejidad pues se utiliza para simplificar la historia a la típica lucha del bien contra el mal. Sin más, sin peros ni tonos grises.

Con toda esta amalgama se consigue suprimir la esencia de la obra magna de Stephen King y su gran capacidad para mezclar géneros tan diversos como el terror, la fantasía, la ciencia ficción o el western.

Como película independiente

Si no te has leído ninguno de los libros de la saga y no conocías de nada la historia, tampoco es probable que vayas a salir echando cohetes de la sala. Quizás la película logre entretenerte (aunque más bien poco), pero seguro que te dejará con millones de preguntas y una alta dosis de confusión. Es lo que pasa con cuando eliges determinados aspectos de una obra un poco al azar y lo mezclas todo, sin ton ni son. Vamos, que falla el guión. Y a lo grande.

Tienen unos actorazos, una historia con todos los ingredientes para hacer una adaptación épica a lo El Señor de los Anillos. Pero el resultado es una película muy pobre, incluso aburrida en ocasiones, que desperdicia el tiempo de sus actores y el de los espectadores.

Decepción por ambas partes

Creo que todo el mundo es consciente de lo difícil que es adaptar al lenguaje cinematográfico una obra literaria. Y esa dificultad se triplica cuando tal obra es considerada casi de culto por millones de personas en todo el mundo. Es muy difícil contentar a todos. Pero también lo es poner a todos los que la ven de acuerdo sobre la mediocridad del resultado. Y La Torre Oscura lo está logrando. Y es que reducir una historia compleja de 7 libros en un film de apenas hora y media es una misión imposible. Y más con los continuos cambios que ha sufrido el proyecto, de lo que se deslumbra la clara falta de una batuta que lo encaminase.

Sin embargo, esto no hará que paren las adaptaciones de la obra de Stephen King, porque rentables, son. Así en la pequeña pantalla se acaba de estrenar el 25 de agosto la serie La Niebla, basada en uno de sus relatos cortos más conocidos. Y en el cine el próximo mes de septiembre llega la revisión de It, que ya tuviera una miniserie a comienzos de los 90 y que hizo que una generación entera sintiera auténtico pavor por los payasos.

En conclusión, si eres fan de la obra de King, probablemente te pases la película suspirando o quejándote de los cambios y ausencias que sufre la historia y los personajes. Y sufrirás mucho. Y si no eres fan, simplemente verás una película bastante mediocre, que te dejará con un sabor agridulce y que olvidarás en un par de horas. Una pena.