Marea de Vigo tacha de "trapalleira e interesada" la contratación del mercadillo de Navidad de la Alameda

Marea de Vigo denuncia, que días antes de las elecciones municipales del 26 de mayo, se autorizó desde el Concello a una entidad mercantil interesada en instalar en una zona pública un mercado tradicional de Navidad, un parque infantil y una noria en Praza Compostela. La propia decisión de autorizar a una sociedad, Agrupación de Empresarios en la Organización de Eventos, Ferias y Mercados de la Comunidad de Madrid, y no abrir un concurso público es para la formación de izquierdas "absolutamente irregular cuando se está ocupando un espacio público cobrando tasas y teniendo actividad lucrativa". Su portavoz, Rubén Pérez Correa, insta al Concello el motivo por el que no pudieron participar y organizar este mercadillo asociaciones o empresas viguesas. "¿Por qué tenía que ser necesariamente está? No estamos hablando de un mercado de Navidad organizado por comerciantes de una calle o una asociación vecinal, sino por una sociedad mercantil".

Marea de Vigo califica de "extremadamente grave" que con la licencia concedida "se le permitió a esta mercantil, sin tramitar ningún procedimiento de concurrencia pública y sin mediar ninguna contraprestación para las arcas públicas al quedar exento el adjudicatario del pago de tasas por ocupar uno de los espacios urbanos más céntricos y apetecibles de la ciudad para hacer un suculento negocio, pero sin dar la mínima oportunidad de acceso a otros empresarios del sector".

Másnoticias

La acusada de llevarse a su hijo de Vigo sin avisar afirma que no impedía las visitas al padre

23/10/2024

Así es el novedoso plan de ocio que se oculta tras los carteles que han aparecido en Vigo

23/10/2024

La formación que lidera Rubén Pérez Correa cree que la adjudicación de esa autorización fue realizada sin tramitarse ningún procedimiento competitivo, algo que era obligatorio al tratarse de un mercado con puestos comerciales de venta de distintos productos al público, y donde cualquier empresario de los sectores del espectáculo y de la hostelería, ya fuera de esta ciudad o del país, estuviera interesados en participar dado el suculento negocio que supone esa adjudicación. Marea de Vigo cita la "Lei do comercio interior de Galicia" que señala que deben autorizarse los mercados ambulantes y ocasionales en puestos desmontables instalados en la vía pública, exigiendo obligatoriamente que se tramite siempre un procedimiento donde se garantice la transparencia y la imparcialidad así como la publicidad. La formación de izquierdas apela también a la ordenanza local que regula la venta en la vía pública y espacios abiertos y detalla que "es meridianamente clara exigiendo de forma obligatoria que se elaboren unas bases de acceso al procedimiento de selección del adjudicatario".

Marea de Vigo apunta que el Concello pretende de forma "trapalleira" disfrazar todo revocando las licencias anteriores y haciendo una tentativa de informe que autorice de nuevo bajo un supuesto régimen de concurrencia, pero señala que lo único cierto es que el empresario beneficiado ya montó todas las instalaciones. Rubén Pérez solicita al Concello una copia íntegra de todo el expediente administrativo que fue tramitado para otorgar la licencia a AMFE, un informe o certificado del secretario xeral del Concello en el que conste si se dio cumplimiento con la adjudicación del mercado de Navidad a AMFE a los requisitos de tramitación previstos en la Lei do Comercio Interior de Galicia y en la ordenanza reguladora de venta de productos en la vía pública, copia de las quejas de vecinos del lugar denunciando daños al arbolado o a elementos vegetales en Praza Compostela y copia de los informes técnicos de los funcionarios municipales competentes que fuesen emitidos en relación a la seguridad del suelo donde se localiza la noria.

Precisamente, una de las polémicas antes de la instalación del mercadillo de Navidad en Praza Compostela fue el precio de los stands. Diferentes artesanos denunciaron el elevado coste por tener un puesto, un coste que oscilaba entre los 10.000 y los 6.000 euros.