Thomas Sung, abogado e inmigrante chino, llega a Estados Unidos y comienza a ser consciente de una peculiar situación: A pesar de que son muy numerosas las instituciones bancarias que desean tener en su poder la economía de la comunidad asiática, cada vez que alguien de la misma solicita un crédito con el objetivo de poder comprar una casa, lo único que recibe es una negativa.
Es en este momento cuando, visto lo visto, y con el objetivo de ayudar a su comunidad y de tratarles con el cariño y el respeto que las clásicas instituciones le negaban, decide crear su propio banco: Abacus Federal Savings Bank.
Los años van pasando y, principalmente, gracias al aumento de la inmigración asiática que se produce en las décadas de los 80 y de los 90, el banco aumenta progresivamente su tamaño, pero sin desviarse nunca del objetivo original: crear un servicio bancario comunitario y familiar para los inmigrantes y para los residentes en esa zona de Manhattan, siempre ignorados por las grandes instituciones.
Todo parece ir bien hasta que lleva la devastadora crisis económica de 2008.
(ESTA CRÍTICA PODRÍA CONTENER SPOILERS)
Uno de los empleados del banco es descubierto con las manos en la masa cometiendo fraude por esas mismas fechas, algo que denuncian los propios jefes de la compañía, despidiendo, además, al empleado. Este hecho, sin embargo, en vez de favorecer a los mismos, hará que sean juzgados como uno de los causantes de la mencionada crisis, siendo el único banco en pasar por este proceso. Los cargos criminales estaban basados en la crisis hipotecaria 'subprime', siendo la entidad acusada de llevar años proporcionando créditos a base de información falsa. La Fiscalía ni siquiera tendrá en cuenta, en un primer momento, que fueron los propios jefes los que denunciaron la situación que se estaba produciendo, acusándoles de ser parte fundamental de la trama, bajo la teoría de que lo cometido por el empleado no era un caso puntual, responsabilizándolos de haber dejado a miles de estadounidenses sin hogar.
Los fiscales de Manhattan acusan en 2012 al banco y a 19 de sus empleados de fraude por cientos de millones de dólares en hipotecas que vendieron a Fannie Mae (empresa patrocinada por el gobierno, pero que cotiza en bolsa desde el 68) entre 2005 y 2010, siendo Abacus acusado de falsificar solicitudes de préstamos.
Lo que está ocurriendo está más que claro: El gobierno ha buscado a un pequeño banco (el número 2651 en cuento a importancia en Estados Unidos), llevado, además, por una minoría en el país, al que poder convertir en cabeza de turco y encarcelar, pero sin que este fuera lo suficientemente grande como para que fuera necesario el evitar su quiebra tras los acontecimientos de 2008.
A través de esta crónica, presentada en Toronto el 11 de septiembre de 2016 y estrenada en mayo de 2017, dirigida por Steve James, que ya ha rodado en el pasado otros prestigiosos documentales, como Hoop Dreams, Stevie o The Interrupters, nos trasladaremos al Barrio Chino de Manhattan, en Nueva York, ubicación de Abacus, y conoceremos a la familia Sung, encargada de dirigir el mismo, a través del padre de familia, Thomas, y de sus hijas.
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https://www.youtube.com/watch?v=m49FmOqw1pk&t=
Lo que la familia busca, además de salir libres de una serie de delitos que no cometieron, es limpiar su propia imagen y la de su banco, que siempre ha contado con el respaldo de toda la comunidad a la que tantos años llevan ayudando. Estaremos a lo largo de todo el metraje con la duda de si finalmente son declarados culpables por fraude o no. Viviremos toda una investigación y un proceso judicial que, ya lo decimos, duró 5 años, le costó 10 millones al contribuyente estadounidense y se saldó… con 0 arrestos.
Resulta escalofriante ver la sangre fría de las autoridades estadounidenses a lo largo tanto de todo el caso como del documental, tratando a la familia como si fueran peligrosos asesinos, algo que difiere mucho con respecto al comportamiento que tuvieron con los directivos de las grandes entidades bancarias. Veremos también cómo los propios medios de comunicación cuestionan la ridícula afirmación por parte de los fiscales y el trato que recibe la familia.
Todo el metraje gira en torno de entrevistas a empleados, propietarios del banco, fiscales, abogados, jurado... intercalado con audios e imágenes reales, siguiendo muy de cerca a la familia Sung, auténticos protagonistas del documental. Esto, en mi opinión, es algo muy favorable. Ambas partes son entrevistadas y aportan su punto de vista. El mayor acierto con el que nos encontramos es el no posicionarse con ninguno de los dos bandos, ni con el acusado ni con el acusador, dejando que sigamos el caso con el interrogante de qué pasara. Podría haber sido fácil el ponerse de parte de Abacus, pero no lo hace en ningún momento, cediéndole metraje tanto a la acusación como a la parte del banco, centrándose, eso sí, en la familia Sung, que es, al fin y al cabo, el punto central de toda la historia y gente, sin duda alguna, mucho más accesible.
No es algo habitual el encontrarse apoyando y dándole la razón a un banco, y esto es, sin embargo, algo que sí ocurre aquí.
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El documental toca el tema del racismo, centrado aquí en el clásico enfrentamiento entre el pequeño y el gigante. Veremos analizados también asuntos como la familia, la inmigración o el apoyo comunitario.
Es muy posible que nunca sepamos la realidad oculta tras la caída de los grandes bancos que llevaron a la crisis de 2008, pero al menos aquí tenemos una de las historias que formaron parte de todo ese proceso, además de una clara demostración de cómo un país es capaz de cualquier cosa, no importa el coste, cuando necesita buscar al culpable de una situación.
El adjetivo interesante es el que mejor podría definir a este documental. Para cualquier persona relacionada con el mundo bancario y económico será una delicia, algo también aplicable a personas con especial interés en la crisis del 2008 y en ciertos entresijos de la misma, pero se queda un poco en agua de borrajas para el espectador medio, siendo un metraje que cumple con su función informativa, pero sin ir más allá, algo soso para los menos “especializados”. Un buen documental, aunque no muy recomendable si tienes nulo interés en aspectos relacionados con la situación financiera o con la economía, pues se centra en todo momento en ambos temas, no ofreciendo nada fuera de ellos que te pueda a enganchar si no tienes interés por los mismos.
Añadir, finalmente, que podéis ver el documental de forma gratuita y totalmente legal, aunque en inglés y con subtítulos sólo disponibles en dicho idioma, en este enlace.
Título original: Abacus: Small enough to jail
Estreno: 19 de mayo
Año: 2017
Duración: 88 minutos
País: Estados Unidos
Director: Steve James
Música: Joshua Abrams
Fotografía: Thomas Bergmann
Género: Documental
Sinopsis: “Una pequeña institución financiera llamada Abacus se convierte en la única compañía acusada criminalmente por los sucesos de la crisis hipotecaria de Estados Unidos de 2008”.
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