El Celta ganó como un equipo grande. Una ocasión clara, un gol. Los papeles se invirtieron en la jugada que decidió el duelo ante el Levante. Preciosa combinación entre Sisto y Aspas para que el danés batiese a Oier. Quedaba toda la segunda parte. Mucho por remar. También mucho por sufrir. Pero un gran Rubén Blanco y la falta de puntería de los locales permiten al conjunto vigués impulsarse hasta la décima posición y situarse a dos puntos del Eibar, el inquilino de una séptima posición que podría dar el billete de regreso a la Europa League.
El once del Ciutat de Valencia era casi un calco al que logró empatar ante el Real Madrid. Sólo Lobotka por Radoja. La ausencia del eslovaco ya parecía hace siete días una mera rotación, un partido para que el jefe de la sala de máquinas del Celta tuviese descanso de cara al partido de Copa frente al FC Barcelona. El conjunto vigués hizo un ejercicio de supervivencia. Primero tuvo que intentar hacer daño a la pizarra de Muñiz. El Levante salió rocoso. Su objetivo era neutralizar al peligroso tridente ofensivo que forman Pione Sisto, Iago Aspas y Maxi Gómez. Y la verdad que lo logró. El equipo de Unzué sufría para hacer daño a la zaga rival y presentarse con claridad en la meta de Oier.
Era un choque igualado. El Levante se sentía a gusto, cómodo. Era su camino para lograr esa finalidad que supondrían tres puntos balsámicos. Sin embargo, la gran preocupación del entrenador local acabaría decidiendo el choque. El Celta aprovechó uno de los pocos descuidos tácticos de su adversario para asestar el único y definitivo golpe. Preciosa jugada colectiva que finalizaban con maestría Pione Sisto y Aspas, dos hombres a tener en cuenta en el próximo Mundial de Rusia 2018. La pared entre el danés y el moañés acababa con el tanto del talentoso extremo nórdico, el máximo asistente de LaLiga Santander.
El tanto era el preludio del desenlace del primer acto. López Muñiz tenía que agitar su pizarra. Ya no bastaba con contener el caudal ofensivo de un Celta que había hecho un ejercicio de efectividad en el primer acto. El Levante, obligado por el resultado adverso, dio un paso hacia adelante. Buscó hacer daño por donde más le cuesta al conjunto vigués. Jason entró por Campaña justo antes de la reanudación. Comenzaba los centros laterales. El atacante coruñés e Ivi probaban constantemente a Hugo Mallo y Jonny. El segundo tiempo fueron para un Levante que se volcó para buscar el tanto de la igualada, un gol que nunca llegó gracias al partidazo firmado por Rubén Blanco. El mosense, que realizó cinco intervenciones de mérito, volvió a dar razones para justificar su titularidad. Dio puntos frente al Real Madrid y este domingo, frente al Levante, fue clave para sumar un triunfo balsámico que sitúa a los celestes en la zona media de la tabla y que permite ver el futuro cercano con optimismo e ilusión para intentar luchar por Europa, el objetivo real de este Celta esta temporada.
Efectividad y supervivencia. Justo lo que le faltó al Levante. Además de buen rendimiento del portero de Mos, el conjunto de López Muñiz no estuvo atinado de cara al marco contrario. Hizo un ejercicio de fe y orgullo, pero no encontró su recompensa. Unzué estuvo acertado dando entrada a Nemanja Radoja por Daniel Wass. El cambio asentó al Celta, que volvió a controlar el centro del campo y, por ende, el dominio del partido. No obstante, el cuadro granota jamás renunció a ese gol que le permitiría salvar un punto. En el descuento dispuso de otra de las acciones más claras del choque, pero Coke, que cazó un centro lateral en el segundo palo, disparó al cielo de Valencia.
El Celta finaliza la primera vuelta con un triunfo efectivo y sufrido. 90 minutos en los que no brindó su mejor imagen, pero que permiten alejar al equipo de los puestos peligrosos de la tabla y situarse décimo. Luchar por Europa no es una quimera. La séptima plaza que podría dar acceso a la Europa League está a dos puntos y la sexta, que ocupa el Sevilla, a cuatro puntos. De momento, la 'pole position' no es mala para un equipo que sufrió en el inicio del curso la adaptación a un nuevo modelo de juego. Real Sociedad y Betis, los dos próximos rivales, marcarán el objetivo real de este equipo que, en principio, debería acabar la campaña compitiendo por los puestos europeos.
Levante: Oier; Coke, Róber Pier, Postigo, Luna; Jefferson LermaÇ; Doukouré (Enis Bardhi, 84'), José Campaña (Jason, 46'), Morales, Ivi (Nano Mesa, 79'); y Boateng.
RC Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny; Lobotka, Tucu Hernández, Wass (Radoja, 72'); Iago Aspas, Pione Sisto (Brais Méndez, 81') y Maxi Gómez (Sergi Gómez, 87').
Gol: 0-1: Pione Sisto (37').
Árbitro: Álvarez Izquierdo (colegio catalán). Mostró tarjeta amarilla por parte del Levante a Coke, Doukouré, Luna Morales mientras que por parte del Celta vieron cartulina amarilla Rubén Blanco, Tucu Hernández y Maxi Gómez.
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